La tarima maciza es un tipo de pavimento de madera, cuya tabla se compone en su totalidad de madera.
Tienen un tipo de mecanizado en todo el perímetro de la tabla conocido comúnmente como machihembrado, dicho sistema hace que las tablas se puedan ensamblar entre sí con el fin de crear una unión perfecta.
Los largos de la tarima maciza de madera suelen ser variables, generalmente oscilan de los 0,5 m a los 3 m de longitud.
Los anchos habituales son 70 mm, 90 mm, 95 mm.
Los grosores más comunes son 15, 18, 20 y 22 mm respectivamente.
En definitiva la tarima maciza tradicional es un material 100 % natural, cada tabla es única e irrepetible además de ser un material confortable tanto a la pisada como al tacto.
Por otro lado destaca por ser una buena solución a nivel térmico y acústico, lo que contribuye a una diferencia sustancial en lo que a ahorro energético se refiere.
Se pueden destacar tres métodos principales:
Clavado sobre rastreles, encolado directamente al suelo o flotante.
- clavado, la tarima se va anclando a través de grapas o clavos sobre listones de madera llamados rastreles u otro material que sirva de base a la vez que de nivelación.
- pegado, se aplica una capa de adhesivo sobre la superficie a instalar, posteriormente la tarima va adherida sobre dicha capa mediante un adhesivo específico para ese tipo de tarima de madera, de esta manera la tarima de madera permanecerá estable respecto a los movimientos y dilataciones.
La aplicación del adhesivo se realizará mediante una espátula dentada y la cantidad de aplicación responderá a la recomendación de cada uno de los fabricantes.
- flotante, la tarima se coloca mediante una base aislante elástica impregnada de adhesivo, con lo que la tarima queda adherida sobre una capa intermedia. No obstante existen diferentes tipos de colocación dependiendo la dirección y la organización de las tablas: junta perdida, liso visto, a la española, espiga tradicional, espiga punta Hungría, etc.
Las tarimas macizas de madera ofrecen una variedad de acabados: barnizados al gusto, aceitados, encerados, tintados, etc
- barnizados: el barniz es el recubrimiento formado por una mezcla a base de resinas, disolventes y aditivos que se le aplica a la capa superficial del Parquet con el fin de protegerlo de agresiones externas ya sea rayones, abrasión. El barniz hace que facilite las labores de limpieza y mantenimiento.
Limita los movimientos y dilataciones por humedad y temperatura del entorno.
Destaca los colores y tonalidades de la madera, así como las betas y demás características de cada especie. Puede ser en supérate, mate, satinado o brillo.
En el pasado todos los procesos de barnizado se realizaban en obra con posterioridad a la colocación del parquet, actualmente se realiza desde las fabricas mediante las sofisticadas líneas de barnizado con secado ultravioleta las cuales consiguen de inmediato el acabado deseado simplificando el trabajo del profesional y el tiempo de secado de los barnices tradicionales.
Actualmente debido a la creciente preocupación por la sostenibilidad medioambiental, las legislaciones prohíben cualquier tipo de barniz que empleen disolventes, lo que hace que la mayor parte de los barnices que se encuentran en el mercado sean de bases acuosas o ecológicas.
- aceitados: generalmente los aceites tienen un aspecto mate, son productos de fácil aplicación, además posee una rapidez en el secado.
Proporcionan una protección adicional a la madera manteniendo consiguiendo un aspecto más natural respecto a los acabados barnizados, tanto a la vista como al tacto, requiere un continuo mantenimiento con el fin de mantener la madera nutrida.
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